¿Cómo se hace un escritor?. Redirecciono la pregunta: ¿un escritor nace o se hace?.
Muchos de los más grandes escritores de todos los tiempos, han llegado a la conclusión de que se hacen.
Ahora, retomo la pregunta inicial:
¿cómo se hace un escritor?.
Fácil, pues escribiendo.
Puede resultar un poco molesta la simplicidad y aparente frivolidad de la respuesta, sin embargo a través de entrevistas, escritos, ensayos y demás fuentes, he podido analizar que autores como Vladimir Nabokov, García Marquez, o Ernest Hemingway, coincidieron unánimemente en afirmar que a través de la escritura se van puliendo paulatinamente los recursos retóricos, narrativos, y descriptivos, que a la larga facilitarán al individuo, una esritura de calidad. Sin embargo cabe observar que muchas personas,demasiadas, escriben y escriben y esriben, y a pesar de ello nunca logran alcanzar un cierto nivel aceptable de calidad. ¿a que se debe esto?.
La complejidad del asunto impide brindar una respuesta clara y categórica a dicho interrogante, sin embargo, los mismos autores que he citado anteriormente, todos ellos coinciden en que: mas que talento, e "inspiración", la cualidad imprescindible para forjarse como escritor, indudablemente es la disciplina.
Por eso aquella respuesta. "Hay que escribir, pulir lo escrito una y otra vez hasta encontrar el termino preciso, hasta lograr el efecto deseado, hasta emplear la palabra perfecta", de Nabokov, un sujeto que además de escritor fue entomólogo, profesión que le brindó a este autor, muy útiles herramientas descriptivas adicionales.
A García Márquez le tomó mas de veinte años escribir Cien años de soledad; a Dante le tomó casi toda su vida culminar la Divina Comedia. No obstante, a pesar de todo aquello, estos autores además de aplicar una rigurosa disciplina a su trabajo imponiendose horarios extenuantes y escribiendo todos los días de su vida, todos ellos se tuvieron fé, todos creyeron en la calidad de lo que producían, aun Kafka que mandó a incinerar su obra depués de su muerte.
Aquellas elevadas obras y autores, además de constituir magníficas muestra de creatividad e ingenio humano, resultan un perfecto ejemplo para quienes aspiramos a hacer de este arte nuestro oficio, para demostrarnos que la cuestión no es creerse el diamante en bruto esperando ser descubierto, sino pulir aquella piedra con trabajo, dedicación, y fe en lo que se hace. Y esto solo se logra mis queridos amigos, escribiendo, escribiendo y escribiendo.
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Por: El Argonauta.
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